La pintura mural es un tipo de pintura bidimensional condicionada por los paramentos arquitectónicos o muros que actúan de soporte. Son las condiciones de solidez y de permeabilidad de los muros lo que influye este tipo de pinturas muy sensibles a la humedad. Estas circunstancias aconsejan no pintar en fachadas, logias u otros lugares expuestos a la acción de lluvias o nieblas, o en los muros que, por razones de construcción o de emplazamiento, tengan humedad.Procedimientos técnicosUna de las técnicas propias de la pintura mural y la más común es el temple. Requiere de un proceso de preparación del muro previo a la ejecución de la obra. Primero se le da un enlucido de yeso blanco, que no sea calizo, se lijan las irregularidades y se pasa una mano de templa por toda su extensión. Cuando está seca se disimulan los fallos o grietas con una masilla confeccionada con tres partes de yeso blanco y una tierra blanca, amasada con el mismo temple, la cual se conserva en un envase apropiado para ser utilizada de un día para otro. Una vez seco este material se lija y se repasan de templa.Puede ocurrir que las superficies de los muros o techos, a pesar de todas las preparaciones señaladas, no ofrezcan las garantías necesarias, procediéndose en este caso a forrarlas con tela de retor o un tejido de hilo de poco cuerpo. Antes de realizar la decoración pictórica propiamente dicha ha de procederse a enfundar, o sea pintar los muros con las tintas generales, de acuerdo con el boceto.